La dermis, que constituye la base de la piel, está estrechamente implicada en la elasticidad y flexibilidad de la piel. El colágeno es el principal componente de la dermis. Mantener la cantidad de colágeno es la clave para una piel bella. Glicina, prolina, alanina e hidroxiprolina son los principales constituyentes del colágeno; reponer estos aminoácidos constituyentes es necesario para mantener la cantidad de colágeno. La coenzima Q-10 (conocida como ubiquinona, término que indica su presencia en todas las células de nuestro organismo), contribuye a fomentar la producción de energía necesaria para mantener los procesos vitales del organismo, proteger la piel de las agresiones externas y retardar su envejecimiento. Con el paso del tiempo, nuestro organismo va reduciendo progresivamente la producción de CQ-10 que sumando a la disminución de colágeno y elastina da lugar a la formación de arrugas y sequedad de la piel. Estudios demuestran que el colágeno hidrolizado y la coenzima Q10 contribuyen a una estructura saludable de la dermis, ayudan a mantener su firmeza y elasticidad dando un aspecto más juvenil a la piel.
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